Cuando la primera temporada de The Handmaid’s Tale acabó con la última escena que narra la protagonista del libro El cuento de la criada todos nos preguntamos, ¿y ahora qué? A partir de ese momento, la idea de que la adaptación iría por libre se convirtió en información de dominio público y el relato que se construyó fue el de la preocupación por cómo iba a ser la serie sin la guía de la obra de Margaret Atwood. (...)