La mejor opción de todas las disponibles es la de fraccionar el pago de la declaración de la renta. Otro método es el de solicitar un aplazamiento de pago a Hacienda. Algo que puedes pedir en la
sede electrónica de dicho organismo. La última posibilidad es la de recurrir a la financiación bancaria, pues algunas entidades ofrecen créditos para solventar las deudas con el fisco.