Desde el círculo de escépticos y de política basada en la evidencia, el politólogo Roger Senserrich, autodefinido como de ideología de izquierdas, realiza autocrítica a muchas de las propuestas de su propia ideología, que por paradójico que pueda resultar, terminan siendo contrarias a la igualdad o el bien común. P. ej. considera que el gasto en educación universitaria es algo que resulta muy regresivo, pues las diferencias entre ricos y pobres aparecen mucho antes, en parvulario, y ahí es donde hay que poner dinero.