Macron anuncia que Francia se retira del Tratado de la Carta de la Energía Francia ha decidido retirarse del Tratado de la Carta de la Energía (TCE) que da poder a los inversores energéticos privados para litigar contra los Estados, según ha anunciado este viernes el presidente galo, Emmanuel Macron, siguiendo la estela de otros socios como España.

Los recortes, la estigmatización de la migración y de la población musulmana o la equiparación de la izquierda de Mélenchon con Le Pen son posturas del Gobierno francés que han contribuido a normalizar el marco de la extrema derecha.

Así, más de doscientos candidatos de diversos partidos han renunciado a participar en la segunda vuelta de las elecciones francesas del domingo para impedir la dispersión del voto. El plazo para formalizar las candidaturas ha concluido a las 18.00 de este martes, y al término del plazo se registraron 218 renuncias, lo que reduce a 91 las competiciones con tres candidatos en las 502 circunscripciones que se deciden el domingo, así como otras dos con cuatro candidatos.

La extrema derecha ha ganado la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. El partido de Le Pen, Agrupación Nacional, se ha hecho con el 33,5% de los votos. En segunda posición se ha situado el Nuevo Frente Popular, la alianza de las principales formaciones de izquierda, mientras que la coalición de centro construida alrededor del partido de Emmanuel Macron (Juntos por la República) queda en tercer lugar. Nada más conocerse los resultados, miles de personas han salido a la calle y se han dirigido hacia la Plaza de la República.

La alianza unitaria de la izquierda encarna la principal alternativa a la extrema derecha en unas inciertas elecciones legislativas en Francia.

Macron alertó del riesgo de que se desate una "guerra civil" en Francia si, tras las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio, le toca gobernar en cohabitación con la ultraderecha o el frente de izquierdas. "La extrema derecha divide y lleva a una guerra civil, porque enfrenta a personas dependiendo de su religión u origen". "La Francia Insumisa encierra en un sectarismo que puede tener resultados electorales, pero eso también puede implicar una guerra civil, porque enfrenta a personas por su pertenencia religiosa o de comunidad".

Macron suspendió ayer jueves la polémica reforma del censo electoral que propició hace 12 días la revuelta de independentistas en Nueva Caledonia, con 6 muertos y "colosales" daños materiales. "Tras escuchar a todos, me comprometo a que no entre en vigor en el contexto actual. Nos damos unas semanas para retomar el diálogo". Pone como condición "el levantamiento de piquetes y bloqueos". El "nuevo acuerdo global" deberá incluir reforma del censo, economía menos dependiente del níquel y "un voto de autodeterminación", del que no dió más detalles.

Esas quejas se están filtrando por toda Europa a medida que nuevos datos revelan que Francia está aumentando silenciosamente los pagos de gas a Rusia, justo cuando el presidente Emmanuel Macron se posiciona ruidosamente como uno de los más acérrimos defensores de Ucrania. En los primeros tres meses de este año, las entregas rusas de gas natural licuado a Francia crecieron más que a cualquier otro país de la UE en comparación con el año pasado.

Francia busca por todos los medios y formas seguir presentándose como una gran potencia que ejerce liderazgo en el mundo, pero la otrora gran potencia imperial -que nunca dejó de ser un Imperio- a pesar de denominarse República, palidece irreversiblemente en el concierto mundial, siendo rechazada hasta por sus ex colonias africanas.

Macron reiteró este domingo a Netanyahu su oposición a la ofensiva militar en Rafah y le advirtió de que el desplazamiento forzado de palestinos sería un “crimen de guerra”. Según términos usados por el Elíseo en un comunicado para explicar la conversación telefónica entre mandatarios, Macron le recordó que “el futuro de Gaza no se puede jugar más que en el marco de un futuro Estado palestino y bajo responsabilidad de la Autoridad Palestina”. Calificó de “inaceptables” la situación humanitaria y el resultado humano de operaciones militares.

Cuando uno de los estudiantes preguntó a Macron, que tenía previsto inaugurar un parque de energía solar en el país, qué haría con los constantes cortes de electricidad de Burkina Faso, respondió: "Me habláis como si fuera una potencia colonial", replicó, antes de continuar con una sonrisa de oreja a oreja: "Pero yo no quiero ocuparme de la electricidad en Burkina Faso. Ese es el trabajo de su presidente". Cuando más tarde Kabore se levantó para abandonar la sala, Macron bromeó: "Ya ves, se ha ido. Se ha ido a arreglar el aire acondicionado".