La extrema derecha promueve una visión homogeneizadora, nacionalista y conservadora de la cultura que podría derivar en un régimen censor de largo alcance. En las últimas semanas, a partir de la incorporación de Vox a diversos gobiernos locales y autonómicos, hemos presenciado una profundización de las llamadas políticas culturales iliberales.

"Yo lo que quiero es que un padre o una madre en Castilla y León puedan decidir si sus hijos asisten no a una charla de estas eco-feministas que quieren explicar a los niños de 12 años cómo se pone un preservativo", ha explicado el candidato de VOX partidario de que los colegios sirvan para "su función original" que, según ha defendido, consiste en enseñar matemáticas, lengua castellana e historia.

Para los conservadores estadounidenses, Orbán alimenta los sueños de la posibilidad de un estado cristiano integrado bajo el gobierno de la Iglesia Católica. Al igual que con la relación actual con Hungría, la derecha americana de los 50 se caracterizó por defender al Franco de esa década, por la celebración de la victoria nacional contra la "agresión" izquierdista y el replanteamiento de los dogmas conservadores a la sombra de las catedrales españolas.