Lo bueno de tener dos reyes es que cada uno de esos reyes va a sufrir la impunidad de su par cual si fuera un súbdito. Juancar sufre a Felipe y Felipe sufre a Juancar, con lo cual yo me siento más igualitario y más contento. Mi regocijo republicano se multiplica al tener dos reyes, uno para sufrir y otro para joder, con lo que el dolor del totalitarismo se reparte mejor entre todos. Con un solo rey este menda no tendría bastante. Yo estaría igual de jodido y él demasiado cómodo.
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