(...) Estados Unidos es un país estrictamente federal, al fin y al cabo, seguramente el primer sistema federal “moderno”. (...) Es un buen sistema, que contiene muchos de los elementos que distinguen la filosofía legislativa americana en su mejor versión. Como todo en este país, es también muy sencillo y horriblemente complicado, a la vez. (...) Aunque la constitución americana suele ser espantosamente vaga en muchos aspectos (desde el Supremo a cosas tan peregrinas como los derechos fundamentales), el federalismo está bien definido (...)

Jonathan Reynolds ha anunciado que el Gobierno laborista pretende profundizar en el comercio con Israel, continuando la política de su predecesora conservadora, Kemi Badenoch. Las negociaciones comerciales entre el Reino Unido e Israel buscan establecer un nuevo acuerdo bilateral y llevan en marcha desde 2022. En las conversaciones, Reynolds trata con un ministro de Tel Aviv, Nir Barkat, que es uno de los defensores más extremistas de la brutal guerra de Israel en Gaza.

La historia inició a finales del siglo XIX con William AA Carsey, quien penetró las organizaciones laborales y otros grupos políticos con el objetivo de sabotearlos, cooptar sus mensajes y desviar votos hacia el partido Demócrata. Durante más de 150 años, agentes al servicio del partido trabajaron para infiltrar, cooptar y destruir los movimientos políticos independientes en Estados Unidos.

Los conservadores frenan una comisión en la Asamblea al considerar que el Gobierno actual no es responsable de la gestión de los precedentes.

El rechazo inicial de las FDI a las acusaciones de conducta delictiva por parte de las tropas que participaron en la Operación Plomo Fundido en la Franja de Gaza ha dado paso a la admisión de que se han presentado unas 100 denuncias contra el ejército israelí en relación con la conducta de sus fuerzas durante el asalto militar contra Hamás. [eng]

El país se encuentra al borde de un descenso catastrófico hacia el terrorismo que podría deshacer el tejido de la sociedad

Los violentos disturbios del Reino Unido tienen raíces más profundas que la desesperación económica. Los intereses sionistas, a través de líderes de extrema derecha como Tommy Robinson, están avivando el fuego del odio. Sin una alternativa al status quo neoliberal, los británicos de clase trabajadora, desesperados, desilusionados y desposeídos, buscan cada vez más la salvación en outsiders y extremistas como Nigel Farage y Tommy Robinson. Y su remedio, como siempre, es culpar a los inmigrantes, a los refugiados y a "los otros".

Una delegación militar estadounidense visitó Chipre esta semana y mantuvo reuniones urgentes con funcionarios chipriotas de defensa e inteligencia. "La delegación iba acompañada de una fuerza logística, militar y de seguridad que llevaba consigo una gran cantidad de equipos, armas y modernos sistemas de defensa antiaérea, además de helicópteros", según reportó Al-Akhbar. Los funcionarios chipriotas dijeron que nunca antes habían visto tales cantidades de armas, continuaba el informe.

El Embajador de Estados Unidos en Tokio, Emanuel Rahm, y la Embajadora británica en el país asiático, Julia Longbottom, no participarán en la Ceremonia de la Paz en Nagasaki, después de que esta ciudad japonesa no invitara a Israel, según confirmó a EFE un portavoz de la ciudad. Tanto Longbottom como Rahm participaron en la ceremonia de la Paz en Hiroshima el día 6, sin embargo, se perderán ahora el encuentro en Nagasaki el día 9, ya que esta ciudad, a diferencia de la primera, ha decidido no invitar a Israel al encuentro.

La extrema derecha de Nigel Farage carga desde hace años contra migrantes y refugiados, el Gobierno conservador, en el poder durante 14 años, hablaba de "invasión" y medios repetían bulos o asumían la migración como algo negativo

Donald Trump, sobre la "democracia" que Estados Unidos busca en Venezuela: "Al irme del gobierno, Venezuela estaba a punto de colapsar, nos habriamos hecho con todo, hubieramos tomado todo su petroleo teniendo el pais al lado. Ibamos a hacernos de oro, pero lo pararon todo". Donald Trump, sobre la "democracia" que Estados Unidos busca en Siria: "Dejé tropas en Siria para tomar el petroleo, las únicas tropas que tengo están allí tomando su petroleo. Ahora mismo tenemos su petroleo, me deshice de todas las tropas menos las que toman el petroleo".

El historial de intervención de Estados Unidos en la política de los países del Sur Global es bien conocido. Pero en las últimas décadas, las agencias de inteligencia estadounidenses se han inmiscuido incluso en los asuntos de su aliado incondicional, el Reino Unido, y el ejército estadounidense mantiene una importante presencia en el país.