Sánchez no sólo no se arrepiente de sus barbaridades sino que ahondará en ellas: ideología de género, aborto, woke, adoración al planeta, trashumanismo, guerracivilismo, economía subvencionada, cristofobia... Se perseguirá al único partido medio-cristiano que existe en España: Vox. Persecución disfrazada como cinturón sanitario