El Gobierno deja atrás la ambigüedad mostrada ayer respecto a la sentencia de los ERE tras la ratificación de la misma por parte del Tribunal Supremo. Lo ha hecho el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que ha defendido el papel de los expresidentes socialistas de Andalucía condenados, José Antonio Griñán y Manuel Chaves, al asegurar que no se apropiaron de dinero público y que, por ello, "están pagando justos por pecadores".