La llegada de la República fue saludada por los masones con gran alborozo, logrando un nuevo apogeo masónico. Ser masón proporcionaba el hacer carrera política y administrativa en el nuevo régimen. El ministro de Comunicaciones Diego Martínez Barrios fue designado Gran Maestre del Gran Oriente de España, y de los 11 ministros que formaban el Gobierno provisional, 6 eran masones.