En Granada, donde partía como ‘cabeza de lista’ a la Cámara Baja, el resultado ha sido muy doloroso. Solo 432 votos ha obtenido en la circunscripción nazarí. Muy lejos de los 64.031 votos que obtuvo en esta misma área cuando lideró la lista al Parlamento Andaluz por parte de VOX, en los comicios de junio de 2022.

La campaña electoral de las elecciones en España está siendo dura. La ultraderecha tiene cierta fijación con los perros. Hace ya unos años fue con Curro, el Alano español. Ahora, con comparar al presidente Pedro Sánchez con un perro.

Es innegable que las redes sociales forman parte de nuestro día a día, y ya se han establecido en muchos de nuestros ámbitos. Ahora ya no son solo un canal de comunicación: también son creadores de mensajes. La campaña presidencial de Barack Obama de 2012 estuvo marcada por un elemento innovador, pionero y que sentó un precedente en todo el planeta: el uso de las redes sociales como herramienta política.

La ley electoral es clara al respecto. “Desde la convocatoria de las elecciones hasta el inicio legal de la campaña, queda prohibida la realización de publicidad o propaganda electoral mediante carteles, soportes comerciales o inserciones en prensa, radio u otros medios digitales” (art. 53). En la precampaña de este 23J Vox ha desatado un bombardeo digital con más de 40 anuncios distintos con teorías de la conspiración o intentando rentabilizar los disturbios en Francia. Google tuvo incluso que eliminar uno de ellos por violar sus políticas,

Santiago Abascal tiene una España que defender pero también un chalet de casi un millón de euros que pagar. En Vox son conscientes de que ampliar su representación institucional no es solo una manera de garantizar la traslación de su agenda ultra a políticas concretas, sino también de financiar una empresa que Abascal preside con una opacidad y una verticalidad crecientes.

El líder de los democristianos de Alemania, Friedrich Merz, insistió ayer en que el bloque conservador, actualmente en la oposición, no quiere ningún trato con el partido ultraderechista AfD, en auge en los últimos sondeos y sometido a un cordón sanitario por el resto de formaciones a la hora de forjar coaliciones de gobierno a todos los niveles. “Los conservadores alemanes nunca pactaremos con la ultraderecha”, aseguró Merz en un encuentro en Berlín con corresponsales extranjeros.

. En un artículo titulado "Los partidos de extrema derecha están ascendiendo al poder en toda Europa. ¿España es la siguiente?" y firmado por Jason Horowitz, analiza las consecuencias que puede llegar a tener tanto en España como en la UE la formación de un Gobierno de coalición entre PP y Vox. Aunque destaca que PP y Vox "tienen diferencias", lo cierto es que recuerda que en el seno de la UE se defiende que "la extrema derecha debe ser marginada" durante los siguientes 50 años tras la Segunda Guerra Mundial,

Según la encuesta preelectoral del CIS entre los jóvenes, el PP y Vox siguen a la cabeza con el voto del 42,5% Jóvenes que en 2019 no tenían edad para votar y forman parte de la generación Z, una generación que se identifica por tener una relación directa con la tecnología, más concretamente con TikTok, una de las redes que usan los jóvenes actualmente para informarse. Según Science4Insgiths "Vox arrasa en la red social emergente en estas elecciones. Con menos de la mitad de seguidores que Unidas Podemos, les dobla en número de compartidos

Poco le duró a Alberto Núñez Feijóo su papel de Bartleby. Su “preferiría no hacerlo” con relación a pactar o no con la ultraderecha aguantó exactamente dos horas. Y su rendición a Vox se firmó en Valencia en un texto de 219 palabras que quedará como el testimonio de que la derecha española es toda ultra, al aceptar el marco y las políticas de la ultraderecha y gobernar juntas. El acuerdo entre PP y Vox recogía de forma sumaria cinco puntos mal escritos de generalidades y redundancias que dan vergüenza ajena, del tipo: “4. ”Señas de identidad...

"En la UE no se está normalizando a la ultraderecha, es muy llamativo el caso alemán, desde la CDU se ha dicho que no van a contar con la ultraderecha, pero aquí ya se ha normalizado. Núñez Feijóo ha pasado esta raya". "Hacer política no es alcanzar el poder, es a veces actuar desde fuera, pero con una visión a larga distancia y la normalización de la ultraderecha no va a contribuir a mejorar la democracia española ni la situación de la sociedad", ha avisado.

joan Manuel Serrat, Pedro Almodóvar, Andreu Buenafuente, Rozalén, Marwán, Aitana Sánchez-Gijón o el director editorial de infoLibre, Jesús Maraña, están entre los firmantes de un manifiesto en defensa de las políticas progresistas llevadas a cabo durante la última legislatura y en el que animan a acudir a votar contra la deriva ultraderechista

Cuando Austria formó un Gobierno de coalición con la extrema derecha, la UE impuso sanciones y aisló diplomáticamente al país. Hoy Italia y Finlandia tienen coaliciones con los ultras y en otros países juegan un papel fundamental de apoyo al Ejecutivo.

Sin tanto ruido como en Valencia, Gijón o Valladolid, Vox ha ido tomando posesión de algunos de los ayuntamientos más importantes de la Comunidad de Madrid hasta gobernar sobre una población de más de medio millón de habitantes.

El vecino que denuncia desconoce el motivo real del mensaje, pero a su juicio, se trata de un acto de provocación y humillación

La confortable “normalización” de los ultras, e incluso la empatía con que los trata el mayoritario poder mediático conservador, es síntoma de una dolencia moral en la democracia española. Lo que en la medicina popular gallega llamaban la “doenza da sombra”. Había incluso curanderos especializados en este mal. El cuerpo aparentaba estar bien, hasta que alguien daba con el problema: “Lo que está enferma es la sombra”. La sombra del Partido Popular es Vox.

Los partidos reunidos a la izquierda del Gobierno quieren profundizar en la democratización de la sociedad, mientras que los neofranquistas constriñen la convivencia.

ras las elecciones del 28 de mayo, el Partido Popular ha pactado con Vox la gobernabilidad en coalición de 135 ayuntamientos de toda España, 25 de ellos de más de 30.000 habitantes. Además, hasta el momento, también ha llegado a acuerdos en dos autonomías, la Comunitat Valenciana y Baleares. El análisis de las medidas incluidas en los documentos hechos públicos hasta la fecha revela hasta qué punto el PP está asumiendo el sesgo ideológico de la ultraderecha.

"¿Sabéis por qué (Feijóo) no quiere debatir? Porque no sabe cómo explicarlo. No sabe cómo explicar sus pactos con la ultraderecha", ha sostenido el secretario general del PSOE en este mitin, antes de agregar que el presidente del PP "no sabe cómo explicar que, a un mes de las elecciones, no sabemos cuál es su proyecto económico y cuál es su ministro o ministra encargado de los asuntos económicos".

Advierte alto y claro: el PP está introduciendo el radicalismo de Vox en sus propuestas. “Hemos normalizado a la ultraderecha en nuestros gobiernos y esto es muy peligroso”. Cas Mudde (Países Bajos, 1967) es uno de los politólogos de mayor prestigio en el mundo, profesor en la Universidad de Georgia y especialista en populismos y movimientos de extrema derecha. Participó en la X edición del Día Orwell que organiza el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Los de Abascal tutelan todos los pactos desde Madrid y le dictan cómo actuar a sus direcciones regionales y municipales. La ultraderecha busca tener el mando en las concejalías y consejerías que les faciliten implantar las políticas para agitar su guerra cultural. Cuando se sienta a la mesa a negociar con el PP Vox tiene muy claro lo que quiere pedir del menú. Hay 135 municipios y varias Comunidades que dependen de que los de Feijóo y Abascal se entiendan para descabalgar a la izquierda. Vox tutela todos y cada uno de los pactos desde Madrid; l