La rebelión de la bancada verde no se quedará ahí. La Oficina de Conflicto de Intereses de las Cortes supervisará a partir de marzo las declaraciones de intereses económicos de todos los diputados y senadores, entre ellos los 52 de Vox del Congreso, después de cada uno de ellos haya utilizado la misma fórmula en su escrito y haya evitado desglosar sus actividades.

Su presunta implicación en la Operación Kitchen pone en peligro su continuidad como cargo de confianza del presidente de la Junta, el que más cobra. De manera oficial, en la Junta nadie quiere responder a las preguntas de elDiario.es, ni siquiera desde la Consejería de Presidencia. "A Cosidó había que ponerle en algún sitio y se había pensado en él como senador autonómico otra vez, pero al quedarse Javier Maroto sin escaño por Álava, se descuadró todo", cuentan fuentes del partido.