Entre el 70 y el 75% de la tarifa eléctrica en la mayoría de los países europeos son costes regulados, subvenciones e impuestos fijados por los gobiernos. Y, en la parte restante, el coste de los permisos de CO2 lo han disparado esos mismos gobiernos limitando la oferta y el mix energético lo imponen por decreto. Pero el "problema" es el mercado, claro...