En estos días navideños mientras disfrutamos del calor familiar, Jose permanece semidesnudo y solo soportando las bajas temperaturas de este invierno tropical, en una celda húmeda y pestilente, pero sé que su sufrimiento es otro. José Daniel Ferrer está sufriendo por nosotros. Le duelen las colas que hay que hacer para comprar alimentos, le duelen los apagones, la minusvalía de los salarios, la mordaza que no permite la protesta, las condenas de los otros inocentes.