Tras años despiezando España mentalmente, contando y recontando las "ocho naciones" en las que ambiciona desmembrarla, Miquel Iceta (Barcelona, 1960) irrumpe en un Gobierno dispuesto a complacerlo. Entrega Pedro Sánchez la batuta de la Política Territorial al ideólogo del Estado plurinacional, al obseso defensor de una reforma de la Constitución que entierre el sistema autonómico para imponer su tantas veces ensoñado federalismo asimétrico.