El Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazó el viernes una demanda presentada por Texas, y respaldada por el presidente Donald Trump, que pretendía desechar los resultados de la votación en cuatro estados, dándole un probable golpe mortal en su intento de deshacer la derrota electoral frente al presidente electo Joe Biden. En una breve orden, los jueces dijeron que Texas no tenía capacidad legal para llevar el caso, terminando abruptamente lo que Trump había pregonado esta semana como su mejor esperanza para anular las elecciones.