Nuevas alegaciones en documentos de un juicio federal muestran que una extensa red criminal rusa contrató a Felix Sater, uno de los más cercanos colaboradores de Donald Trump aunque hoy en desgracia, para ocultar una fortuna ilícita procedente del saqueo del banco BTA de Kazajistán. El latrocinio asciende a 440 millones de dólares, y parte iba a ser usado para financiar una Torre Trump en Moscú, proyecto que no se llegó a materializar.