Hace cien años que nos dejó para siempre el abuelo del anarquismo, uno de los principales pensadores de esta filosofía entre los siglos XIX y XX. Como una espléndida utopía; una disposición perfecta de la sociedad, en la que ciudadanos conscientes trabajan por el bien común, sin capataces ni supervisores, por el simple hecho de que son personas conscientes y benévolas. Una imagen hermosa, aunque completamente inverosímil. Pero el gran soñador Kropotkin creía que algún día las cosas serían así.
|
etiquetas: cropotquin , anarquismo , centenario