El fantasma de la última burbuja habita a unos 40 kilómetros del centro de Madrid y si dices Seseña en voz alta, un silencio frío se apodera de la conversación. Lo mismo ocurre si pruebas con Valdeluz o Villamayor de Calatrava, pese a que han transcurrido ya 13 años del delirio inmobiliario que regó estas tierras de esqueletos de hormigón. Ahora hay quien empieza a volver la vista atrás ante la fiebre, boom o eclosión que el Covid-19 ha desatado por comprar una vivienda y cada vez más se preguntan si no estamos, de nuevo, al principio de otra b
|
etiquetas: ladrillo , burbuja , crédito