Pablo Iglesias dice en su último libro que no quería escribir sus memorias porque las asocia a «ajustes de cuentas» y le parecía vanidoso. Una lee esa reflexión y se pregunta si está siendo sarcástico; pues pasan las páginas y va apareciendo su versión más subjetiva de hechos, con revelaciones que comprometen hasta a ministros, periodistas y examigos. Iglesias confía los pliegues de su memoria al periodista Aitor Riveiro. El título ya anticipa un tono: 'Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes.
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