Es curioso que un abogado (fundador de España 2000 y dueño de una empresa de seguridad que vivió al albor del PP valenciano que ya sabemos) crea ciegamente en su cliente, para llevar a un adversario político (que le quitó el chiringuito) a tribunales, pero luego, muerto el perro, termine hablando de su cliente como conflictiva y aprovechada... El texto que le dedica a su defendida es cuanto menos paradójico. Aunque simplemente era cuestión de tiempo.
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