Opinión referente a este cartel del Ministerio de Igualdad:   No tengo nada en contra de la chica, ni tampoco del chico y mi reflexión va en torno a lo siguiente:Juntar el movimiento feminista con un problema de salud, no tiene mucha coherencia ni lógica. Con problema de salud me refiero a la obesidad. Solemos culpar a la persona por estar obesa, pero creo que el problema va más allá de esa persona que, por …

Hace mucho tiempo que asumí que, caminando de noche en una calle solitaria, los hombres tenemos que cambiarnos de acera si nos aproximamos a una mujer, ya sea de cara o de espaldas. La mujer va a ganar en tranquilidad y, sinceramente, es algo que no me cuesta nada hacer. Parece que no todo el mundo está de acuerdo.

Haber vivido en entornos dominados por la hegemonía cristiana y por la feminista, y haber apostatado del cristianismo como religión y del feminismo como ideología, me ha proporcionado un gran entendimiento acerca de los rigurosos, y a menudo inquietantes, paralelismos entre religión y feminismo.