Jeanes realizaba un trabajo centrado en un compuesto llamado dextrano, un polisacárido que en esa época se investigaba por su potencial para expandir el plasma sanguíneo y salvar las vidas de personas que habían perdido mucha sangre. Aunque el dextrano no podía cumplir la función de transporte de los glóbulos rojos, sí podía contribuir a restaurar los niveles de electrolitos y a mantener la presión sanguínea.