Menudo pollo se ha formado en torno a Baldur’s Gate: Siege of Dragonspear, la expansión que amplía la famosísima saga creada por BioWare hace tropecientos años. Un chiste de Minsc y que un personaje sea transexual ha bastado para que la comunidad de fans y miembros del ‘movimiento’ GamerGate ataquen indiscriminadamente a muchos de los desarrolladores a través de redes sociales y desprestigien el juego por todas las vías posibles, como en las reviews de Steam.

'Pillars of Eternity' se ha convertido sin duda en el sucesor espiritual de 'Baldur's Gate', 'Icewind Dale' y 'Planescape: Torment'. Detrás de su desarrollo está Obsidian Entertainment y ya apuntaba maneras cuando arrasó en KickStarter con más de cuatro millones de dólares recaudados.

Baldur’s Gate 3 está predestinado a no existir. Throne of Bhaal, consensuada más como una expansión de la segunda parte que como una entrega independiente cerró, con mayor o menor acierto, los embrollos de los hijos de Bhaal en sus aventuras a lo largo de la costa de la espada, por lo que como ya les digo, un nuevo título que haga uso del nombre estaría completamente desligado de la saga.