Para trazar el perfil de quien quema el monte, la Guardia Civil analizó 367 incendios en España de entre 2007 y 2009, de los que 138 corresponden a Galicia. En el caso gallego, más de dos tercios de estos siniestros fueron intencionados, de los que el 23,9% corresponden a "prácticas tradicionales inadecuadas", como quemas agrícolas; el 21% son considerados "sin sentido", al no hallarse la causa; el 17,9% perseguían obtener un beneficio; el 5,1% eran para infligir daños a terceros y el 7,2% fueron obra de pirómanos.