Una de las polémicas recientes ha sido la excarcelación de Josu Uribetxeberria Bolinaga, quien padece un tumor maligno. A partir de ahí, ha empezado el baile habitual: a un lado de la pista, los que lo consideran poco menos que un mártir, y al Estado un cruel ogro dispuesto a arrebatarle a un pobre viejo la posibilidad de pasar los últimos días con los suyos y morir en paz; al otro lado, los que recuerdan que eso mismo es lo que el susodicho le preparaba al tristemente célebre funcionario de prisiones, y le desean una larga agonía entre rejas.