Desde que a dos modernos se les ocurrió sacar fotos malas con una cámara defectuosa, la lomografía ha conquistado el corazoncito de miles de fashion victims. En el mundo digital, la mejor manera de emular esa corriente es con una aplicación denominada Instagram. Con más de 30 millones de usuarios, Instagram ha sido durante años un feudo exclusivo de los usuarios de iPhone. Hoy, sus desarrolladores anuncian el salto a la plataforma Android y yo no puedo evitar preguntarme si no se estarán equivocando.