Gary Gygax no fue, precisamente, el más brillante de los diseñadores de juegos o aventuras. Bueno, reconozcámoslo, casi todo lo que hizo era, en el mejor de los casos, mediocre. Pero era el único vivo de aquella pareja que consiguió crear, quizás de casualidad, aquel Dungeons & Dragons que está considerado el primer juego de rol y que revolucionaría las formas de ocio. Y todos los que hemos pasado muchas horas de nuestra vida disfrutando de los juegos de rol le debemos, creo, un respeto.