Se acabó el superávit de las cuentas públicas. Después de que el pasado año cerraran el ejercicio con un excedente del 2,2 por ciento del PIB, un punto por encima de los presupuestado, el Gobierno esperaba lograr un superávit del 1,2 por ciento en 2008, objetivo ahora imposible. Según la patronal bancaria AEB, las cuentas públicas mostrarán un déficit superior al 2 por ciento, por lo que el Gobierno no tiene margen para aumentar el gasto -como prometió Zapatero- sin elevar la presión fiscal.