‘Jennifer´s Body’ habría sido carne de videoclub, o quizá ni eso, de no ser por una chica de 23 años y un metro sesenta de estatura llamada Megan Fox. Gracias a ella, al fenómeno mediático que gira en torno a su explotado cuerpecito se estrenó en los cines, con la esperanza de que todos sus fans se lanzaran en masa a ver la película. No fue así, principalmente porque necesitas una razón más poderosa que dos… ejem, carretas, para arrastrar a la gente a pasar por taquilla. Para algo está Internet.