Se le ha dicho de todo: frívola, hueca, reventada, atorranta, prostituta, lacra, bazofia, desperdicio de persona, etc. Mientras todo el mundo la critica despiadadamente, Pop Life ofrece cinco razones para fundamentar por qué Paris Hilton, en realidad, no es una zorra inmunda y malcriada, sino un gran modelo de conducta para la juventud, un ser humano excepcional que, por esas cosas de la vida, transmite sus mensajes positivos de forma muy, muy encriptada.