Las carencias lingüísticas de los empresarios españoles tienen un precio. El índice internacional de inglés de negocios (BEI), elaborado por Global English Corporation en 2013, atribuye a los españoles una nota media muy baja (4,43 en una escala de un mínimo de cero a diez), por detrás de países como Bielorrusia, Bulgaria o Rumanía y muy lejos de Filipinas, Noruega y Países Bajos, que encabezan el listado. Aunque no existan estudios específicos capaces de traducirlo en cifras, estas lagunas tienen un impacto en la competitividad de las empresas