Uno de los grandes avances sociales que ha experimentado la sociedad occidental, y la de casi todo el mundo, durante los últimos años del siglo XX ha sido la implantación y avance del pensamiento, la conciencia y el movimiento ecologista. El desarrollismo a ultranza de otras décadas, en el que lo único que se tenía en cuenta eran las cifras de producción y los resultados de las empresas, los puestos de trabajo creados y la renta generada, las cifras económicas en definitiva, ha quedado atrás.