A menudo tenemos que enviar un archivo muy pesado (grande) a un contacto y el e-mail no está para pesos pesados. Así que una buena herramienta es usar un servicio alojamiento remoto para archivos. Existen dos tipos de servicios, los que guardan los ficheros temporalmente, que suelen borrarse al cabo de unos días, pero sin tener que registrarse. Y los que funcionan como Disco duro remoto, aunque éstos requieren un registro previo. Una selección de lo mejores servicios gratuitos.