Elvira Fernández Balboa, conocida como "Viri" es la mujer que besó a Mariano Rajoy el pasado 20 de noviembre para celebrar su victoria electoral. Desde ese día, las apariciones de esta gallega de 47 años, han sido bastante escasas.Sin embargo, el Gobierno planea darle un mayor protagonismo a partir de ahora, algo que se sellará cuando la mujer de Don Mariano Rajoy acompañe a su marido en su primer viaje oficial este lunes a la cumbre del G-20 en México.

El país ha cambiado tanto como para exigir algo de coherencia moral a quien predica, pero no con el ejemplo. Me refiero, por supuesto, a hacer compatible la defensa de una esposa que esté a la altura del rango con la deslealtad permanente al matrimonio. Al país le han crecido los molestos amantes de los animales, los jóvenes sin futuro que exigen transparencia, los ciudadanos que no entienden que una familia se pueda regir por leyes diferentes al resto.

Algún tipo de enfermedad moral vive un país para que ocho años después de un atentado que costó la vida a 202 personas no se pueda honrar a los muertos sin que el duelo sea una y otra vez empañado por la paranoia irresponsable y el aprovechamiento político.

La ex ministra Elvira Rodríguez se situará en otoño al frente de la CNMV, el organismo encargado de supervisar e inspeccionar los mercados de valores y de velar por su transparencia. Será un relevo natural, pues el mandato del actual presidente, Julio Segura, vence en octubre y es improrrogable.

Quiero, por ejemplo, que los directivos de los medios de comunicación sean escrupulosos en el tratamiento que se les da a las mujeres, no sólo desde la información o el editorial sino también desde las columnas. La chulería y el desprecio hacia la condición femenina aún tiene un sorprendente hueco celebradísimo en el columnismo español. La Real Academia, entre elegir a un nuevo ilustre mediocre o a una nueva ilustre mediocre, se suele decantar con demasiada frecuencia por la primera opción.

No creo que el dinero que se le concede a una película o a una serie de televisión vaya en detrimento de los sueldos de nadie. Es cierto que habrá que elegir con más tino los proyectos, que habrá que producir menos películas, que se deberá poner el dinero en guiones que merezcan la pena. Pero es peligroso difundir la idea de que solo aquello que da mucho dinero tiene derecho a la vida. Y esa es más o menos la idea que llevo leyendo estos días atrás con respecto al cine, expresada en titulares como “Torrente salva al cine español”.

El traslado de Elvira Roda a Castellón a finales de enero fue «muy duro», pero se ha adaptado sin problemas a su nuevo hogar.

Una iniciativa solidaria, correr de Navarra a París en beneficio de Elvira Roda Llorca, la chica burbuja.

"Un 57% de los americanos no le ven a los productos Apple ninguna peguita, y se entregan a ellos como quien se entrega a una imagen religiosa que les comunica directamente con san Steve Jobs" -Critica Elvira Lindo a raíz de un reciente reportaje de The New York Times, que trata de las infrahumanas condiciones de trabajo y explotación en ciertos países y de cómo se benefician de ellos multinacionales tecnológicas como Apple.

Como la memoria es débil podemos caer en el error de que todo ocurrió a nuestras espaldas. El enriquecimiento de Matas, los trajes de Camps, Gürtel, el proyecto Palma-Arena, los negocietes gaseosos del yerno, los aeropuertos fantasma, las ciudades diseñadas por un mismo arquitecto, las televisiones autonómicas deficitarias e hinchadas de plantilla, los ERE falseados, los periodistas al dictado...

Si lo sabía yo, es que lo sabía todo el mundo. Ahora me doy cuenta de que ha sido un comentario recurrente desde hace por lo menos cinco años, pero mi memoria ha perdido las caras de quienes lo soltaban en una cena o en los corrillos finales de algún acto. Recuerdo, sí, que jamás quise dar demasiado crédito al chisme, por estar ya escaldada de la España maledicente.

Los chinos salieron a la calle hace unos días. No en Pekín, obviamente, sino en Madrid. Los chinos salieron a la calle. La primera generación llegada a España no sabía gritar sus consignas, pero sus descendientes, educados en este país que ya es suyo, expresaban, en perfecto castellano, que quieren que se les amplíe la licencia de bebidas alcohólicas en sus tiendas.

Se conocieron en un bar en 1992. Él se quedó «prendado» nada más verla y dio el primer paso para conocer a la que sería la mujer de su vida

[C&P]Recibe en la cafetería del Meliá de Bilbao. Es jueves y acaba de escribir su artículo dominical de El País, que resultó ser No me quieras tanto, una pieza leída a día de hoy por más de 236.000 personas y que fue durante varios días la columna más visitada del diario digital. Elvira Lindo está cerrando un año feliz. Ahora publica Lugares que no quiero compartir con nadie, una suerte de diario por el que recorre su Nueva York querido.

Elvira Fernández Balboa, esposa del candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, es una gran desconocida para el público. Quiere estar con su marido durante la campaña electoral, pero sin abandonar la atención a sus dos hijos –Mariano, de 8 años, y Juan, de 2–. Telefónica Contenidos, empresa en la que trabaja actualmente, le ha concedido tres meses de permiso.

La escritora valenciana señaló a la columnista de El País como ganadora del Planeta. A Lindo, que ni se había presentado, no le hizo ninguna gracia. Relacionada: www.meneame.net/story/ven-elvira-lindo-como-favorita-planeta-ni-siquie

La novelista Elvira Lindo agradece a través de Facebook las felicitaciones que está recibiendo por su supuesta candidatura al premio Planeta pero asegura que no se ha presentado porque ni siquiera ha terminado su novela.

Elvira Lindo usa la @ para designar el masculino y el femenino con una sola palabra. Horrible solución. Verlo el pasado domingo en El País da ganas de llorar. Dan ganas de entonar el madridista «¿por qué?». ¿Por qué, Elvira Lindo? La Academia lo deja claro en el Panhispánico de dudas, la arroba se coloca entre usuario y servidor en las direcciones de correo electrónico.

El móvil ha supuesto una revolución en el universo de la infidelidad. Quiero decir con esto que no soy uno de esos espíritus rancios que discuten las ventajas que para muchos ciudadan@s ha supuesto la irrupción de la nueva telefonía. Solamente quisiera expresar el desconcierto que me produce el que personas que tanto me adoran y desean compartir una hora y media de mesa y mantel conmigo no sean capaces de olvidarse del puto móvil durante un tiempo ridículo de sus hiperconectadas vidas.

La sociedad niega los problemas. Cada uno de los miembros de la sociedad niega lo malo, lo feo, la muerte, lo difícil.

A punto de finalizar su restauración, aparecen otra vez las pintadas en Puerta Elvira, un monumento del siglo XI. 'Chipi' ha decidido dejar su firma sobre un patrimonio que parece importarle poco.

“Sí, me gustaría hacerlo, aunque sólo fuera por los lectores, a ver si me pongo después del libro que estoy escribiendo”, me contó el otro día Elvira Lindo. Son legión los fans que llevan más de diez años suplicando/rogando/exigiendo una nueva entrega de ese héroe, Manolito García Moreno (“si vas a mi barrio, Carabanchel, preguntando por ese nombre, nadie me conoce. Soy Manolito Gafotas”), y ella respondía, “que no, que ni hablar, que he pasado página”. Pero Elvira se ha dejado convencer.

Clip de Elvira, que acompaña recorrido por calles y peatonales de Córdoba.

El artículo reza... Rosas y libros, libros y rosas. Y, en medio, los escritores. “Bueno, habrá que ver qué pasa, porque yo estuve ayer en el Mercado de San Miguel y estaba lleno. Si no va la gente, será porque no quiere ir”, me dijo Elvira Lindo, horas antes de coger un avión a Barcelona, en su casa de Madrid. Los editores y los libreros estaban asustadísimos: ¡Sant Jordi en Sábado Santo! ¡Será un desastre!, se decían.