De todos los improperios que de vez en cuando dejan los lectores en la sección de comentarios, a veces con motivo, me llama la atención especialmente el de “antisistema”. Uno creía ser todo lo contrario: prosistema. Muy a favor de un sistema donde las leyes se aplican a todos por igual, no en función de la posición económica o política. A favor de un sistema de televisión pública al servicio de todos y no del gabinete de prensa del partido de turno. A favor también del sistema judicial, preferiblemente independiente y sin el compadreo político.