A mi juicio, los Teddy Boys han elegido muy mal momento para ir asaltando los ayuntamientos a cara descubierta, creciditos que están ellos. En vísperas de una depresión económica, no han tenido mejor idea que sumarse al expolio de los pobres. En cambio, bien que se cuidan de no manifestarse contra las causas de sus desvelos, porque saben que si lo hicieran no podrían después hacerse la foto con el presidente que va a batir el récord de parados tras haber prometido pleno empleo. O pagas o te quedas sin fiesta como Ramoncín se quedó sin público.