Sarah Palin, la primera mujer gobernadora de Alaska y candidata vicepresidencial republicana, abandonó ayer su puesto antes de la conclusión de su mandato, y encara, con pérdida de popularidad, un frío horizonte político. Según el republicano Jay Ramras, de la Asamblea Legislativa estatal, «violó toda decencia, todo protocolo y fue una muestra de falta de respeto». Larry Persily, ayudante del representante republicano Mike Hawker, comentó que se enemistó con la mayoría de los 60 miembros de la Cámara de Representantes y del Senado».