Bajo una falsa sensación de anonimato, muchos usuarios de Internet emergen desde las sombras de su propia indecencia para, por ejemplo, insultar al hijo pequeño de la Secretaria General del Partido Popular, Maria Dolores de Cospedal, e insultos contra ella misma. Y seguramente tras vomitar insultos en el teclado de sus ordenadores, los iletrados -su pésima ortografía los delata- se levantan de la silla ufanos, pensando "ahí queda eso".