Hace un año la resignación flotaba en el ambiente, pero una energía distinta iba circulando entre la gente a través de las redes sociales. El 15 de mayo de 2011, la resignación por fin se convirtió en indignación. Un año después, con un nuevo gobierno del PP, todo avanza tal y como estaba previsto, el guión dictado por los mercados y la Troika se cumple a la perfección. El PSOE ya no servía, ya había hecho su parte, pero la situación requería más (subida de impuestos), mucho más (otra reforma laboral) y cada día menos sanidad, menos educación.