El forajido más famoso de Australia, Ned Kelly, ha sido enterrado, 132 años después de que fuera ahorcado por asesinato. Kelly se convirtió en un héroe popular para muchos por defender a los pobres colonos irlandeses de la clase dominante Anglo-Australiana. Alrededor de 200 de los descendientes de Kelly, que recibieron los restos del bandolero, después de ser exhumados de una fosa común, se reunieron en la iglesia de San Patricio en la ciudad de Wangaratta, para la ceremonia del funeral.