En el mundo del jazz nos gusta mucho, quizás demasiado, ignorar o abiertamente despreciar a músicos de gran éxito popular, a pesar de su indudable mérito musical, humano o aun capilar. Es el caso del saxofonista soprano Kenneth Bruce Gorelick, mejor conocido como Kenny G y según los casos, “ese pelmazo”. Atacado y vilipendiado por muchos, desde aficionados al jazz fieles a las inexplicables secciones de discos de los grandes almacenes, hasta asociaciones de diabéticos, este monstruo de la balada, este Luis XIV pelirrojo, ha destapado la caja..