Tengo ganas de ti, llamada a salvar la taquilla española, reproduce los peores y más sonrojantes lugares comunes del cine y la literatura adolescente. No está claro el día preciso en el que se inventó la adolescencia. Se sabe, eso sí, que fue por la tarde. Por la mañana, los adolescentes duermen. Tras un estudio detenido, su inventor llegó a la conclusión de que estar confuso puede ser un rasgo de carácter y, en determinados casos, temporal,