La degradación del suelo es la consecuencia directa de su utilización por el hombre, como resultado de actuaciones directas, como agrícola, forestal, ganadera, agroquímicos y riego, o por acciones indirectas, como las actividades industriales, eliminación de residuos, transporte, entre otras. La erosión, la compactación, el aumento de la salinidad y de la acidez del suelo son los mayores problemas relacionados con su manejo inadecuado y podrían tener relación directa con la escasez de alimentos en un futuro cercano.