Valeria Hernández, de cuatro años de edad y residente de la ciudad mexicana de Texcoco, desapareció el pasado lunes 1 de abril mientras merodeaba por su tienda familiar, en pleno centro de la ciudad. 12 días después, se le encontró deambulando por Sonsonate, un pueblo montañoso de El Salvador, a 1.400 km de distancia de su hogar. Pese a que la nube de misterio en torno al rapto no se ha disipado aún, la vuelta a casa de Valeria es la mejor noticia que se puede contar.