Muchos griegos, que afrontan el domingo unas decisivas elecciones generales, se sienten ratas en un laboratorio que dirige con mano de hierro la francesa Christine Lagarde, responsable del FMI, en el que ni siquiera les está permitido alzar la voz para decir: basta ya. Cuando lo hacen, reciben unas dosis de gas. Hablamos con ellos.

No solo reprimieron a los manifestantes violentos. Las imágenes muestran como centenares de personas, a bastantes metros de los disturbios, intentan taparse los ojos y la boca huyendo de los gases lacrimógenos en el Passeig de Gràcia. Este tipo de gas es una arma química que puede causar graves problemas de salud.

El grupo de 'hacktivistas' Anonymous atacó la página web de una empresa estadounidense, fabricante de gases lacrimógenos, cuyos productos se utilizan para dispersar a los manifestantes en Egipto. Los 'hackers' explicaron que su ataque se debe a que la empresa Combined Systems "se beneficia de la guerra, vendiendo armas químicas a militares y a policías en todo el mundo". Asimismo, Anonymous subrayó que interceptaron y publicaron información personal de los clientes y empleados de la empresa

[C&P] Había en la plaza Syntagma más de 100.000 personas tratando de impedir de forma no violenta que avanzara aún más el funesto plan que está dejando a Grecia hundida en la miseria. La no-violencia no llenó las pantallas ni los periódicos. Sin ir más lejos, pasó desapercibida la imagen de los ancianos Mikis Theodorakis y Manolis Glezos tratando de hablar con los antidisturbios y teniendo que ser evacuados entre una nube de gases lacrimógenos. Yo estaba allí, a su lado, junto a otros muchos que tragamos de lleno la primera bocanada...

Galería de imágenes de los manifestantes egipcios frente a los ataques del ejército