'Como consecuencia de la tan incongruente ley antitabaco, este establecimiento ha dejado de facturar diariamente un 60%. Como gerente de la empresa no puedo permitir, para bien de mis empleados y clientela, el cierre de este local', reza el cartel firmado por la dirección del Restaurante Rodrigo en el que en letras mayúsculas se anuncia que se permite fumar a partir del 7 de enero.