Atención, compañeros, entramos en zona de guerra". El grito de uno de los comandantes de las autodefensas de Michoacán hace parar el convoy. Todos se bajan y se pertrechan para el enfrentamiento: chalecos antibalas, cargadores extra... Van armados hasta los dientes con AK-47, rifles de asalto, pistolas de vistosas culatas, viejas escopetas... Las de gran calibre (de uso exclusivo del ejército), requisadas a los malandros que han matado o han huido, dicen.