La diferencia entre el precio en origen y el precio de venta al consumidor puede llegar al 1.000%, según los últimos datos del IPOD de agosto. Si se compra un kilo de productos para elaborar una ensalada clásica con cebolla, tomate, lechuga, zanahoria y pepino y una fruta de verano o de hueso, que está de temporada aún como melocotón, melón o sandía y suponemos también que pagamos el mismo precio que obtendría el agricultor de estos productos, estaríamos pagando unos 1,40 euros, según el índice indicado