Si existe alguna clase social más atacada, esa es la clase trabajadora. Hoy día estamos viendo cómo los empresarios nos culpan de la baja productividad, de ser caros (sueldos y despido), de jubilarnos demasiado tarde, de ponernos enfermos demasiadas veces, de pagar muy pocos impuestos... Nos hacen pagar a todos los trabajadores el roto que han ocasionado los que se supone debían gestionar los recursos (nosotros somos recursos). ¿O lo han ocasionado otros? Pero no sólo nos atacan desde las altas esferas, también desde nuestras capas internas.